La administración financiera de tesorería en las empresas es una de las tareas administrativas más importantes dentro de la gestión de las mismas, y realizar esa administración financiera de manera incorrecta es una de las primeras causas de la falta de liquidez de las empresas.
Como empresarios sabemos que la entrada de ingresos y salidas de gastos no están directamente relacionadas con el flujo real de dinero hacia y desde la empresa. Incluso contando con altos márgenes de beneficios, la discrepancia entre facturación e ingresos de capital puede tener distintos tiempos, que a una PYME puede suponer la diferencia entre la viabilidad y la no viabilidad de su negocio.
Los plazos en los que la empresa necesita tener acceso a un flujo ininterrumpido de fondos para acometer sus gastos depende en gran manera de los plazos en los que cobra por sus productos y servicios.
La administración financiera de tesorería es la encargada de que exista una planificación ante estas diferencias de plazos para evitar situaciones de falta de liquidez y sobre todo de inestabilidad.
En algunos casos las empresas que aumentan de forma rápida su facturación se encuentran en la situación de no poder afrontar los gastos que implican al existir esa discrepancia entre los plazos de facturación, gastos e ingresos.
Principales tareas de la administración financiera de tesorería
Cuando hablamos de la gestión de los cobros de los clientes y los pagos por los gastos de la actividad empresarial, hablamos de optimizar la liquidez de la empresa para poder financiarla de forma óptima. Negociar plazos amplios de pago a proveedores y más cortos de cobro puede parecer sencillo, pero como hemos mencionado es uno de los grandes problemas con los que se cruza la empresa.
Partiendo de que las empresas deben tener una contabilidad eficiente de las operaciones diarias, donde se registran todos los intercambios monetarios, la administración de tesorería debe llevar un control férreo de los cobros y un seguimiento al día de los retrasos en los ingresos. En definitiva, conseguir que nos paguen lo que nos deben a tiempo.
Negociar una financiación por parte de los proveedores es también importante, ya que nos permite jugar con los márgenes de tiempo entre pagos y cobros. Vernos en una situación de impago podría suspender los servicios recibidos, lo que podría ser catastrófico para muchas empresas.
Se debe realizar un presupuesto de tesorería que se adecúe a las necesidades de la empresa presentes y futuras, incluidos los imprevistos y las inversiones futuras.
Se debe tener un control diario en los cambios de tipos de interés y divisas, ya que pueden dar al traste con nuestras previsiones y con nuestros márgenes de beneficio.
Uno de los factores más importantes en la administración financiera de tesorería de las empresas es el factor de inmediatez de la información, tanto en el registro como en la lectura de los datos. Es decir, debemos saber en todo momento cual es la salud financiera de la empresa ante cualquier variación de cualquiera de los muchos factores que la conforman.
Para ello existen herramientas para la administración de tesorería que son fundamentales para realizar estas tareas. Estamos hablando de un CMI, o Cuadro de Mandos Integral.
Un CMI es una herramienta que aúna todas las variables implicadas en la administración de tesorería en un solo Cuadro de Mandos que se actualiza a diario y al que las personas encargadas de la tesorería tienen acceso en todo momento y desde cualquier lugar.
Idealmente, un cuadro de mandos integral es configurable y personalizable para las características de cada empresa ya que no todas son iguales. Una herramienta estandar y rígida no servirá ya que siempre debe ser flexible y configurable.
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